martes, septiembre 19, 2006

Una Navidad muy particular


Un día 21 de Diciembre dos hermanas salieron de su casa por última vez, ya no se podía continuar...tomaron su ropa y algunos recuerdos de esos pocos que tenían, un bolso viejo, un mantel grande, una muñeca, un conejo y un chancho de juguete, algunas frasadas rotas y los cuadernos de la universidad.

Esas dos almas se tomaron de la mano y al salir miraron la casa por última vez y como todo en la vida siguieron su camino. Un paso, otro paso y otro, con lágrimas contenidas dejaban atrás la casa de los recuerdos.

Tres días después llegó navidad, un árbol pequeño adornado con juguetes viejos que heredaron de su mamá, un nacimiento muy humilde y un solo regalo. La mesa preparada con el mantel de color verde, dos tenedores chuecos , dos vasos de diferentes juegos, a los platos le faltaba un pedazo, una botella de bebida y en el horno la cena de navidad, una pizza.

A lo lejos se sentían gritos de niños inquietos que corrian por la calle de un lado para otro a la espera de Viejo Pascuero. Llegó medianoche, llegó navidad y como lo indica el ritual una de las hermanas abrio el regalo; ya abierto lo volvio a dejar en el árbol, luego tomaron al helado niño jesús de yeso y lo dejaron en el pesebre. Por último, se dieron un fuerte abrazo, sellando el pacto de amor, el pacto de hermandad que las une hasta hoy en día, porque eso es la navidad.

Así, esas dos almas se fueron a dormir en paz.

Feliz Navidad!