En algunas ocasiones eres eyectado a toda velocidad chocando frontalmente con tu vida, con la poca, húmeda y palpitante vida que tienes y te das cuenta que los que viven en la centrifuga te olvidan y te conviertes solo en un recuerdo que con el tiempo se desvanece. Con el tiempo dejo de existir para la centrifuga, me borró...soy libre.
Se acabó mi tiempo, tengo que volver a la Centrífuga, ella manda.
Adios.
1 comentario:
Interesante como planteas el tema Angélica, aunque estoy convencida que la centrifuga no manda. Cada quien es dueño de gobernar su vida, cada quien es mente y como tal cocrea todo lo necesario para aprender del dia a dia. Asi que a cocrear pensamientos positivos que esa centrifuga se puede volver tu aliado tanto como tu lo quieras.
MadPat.
Publicar un comentario